Asistimos, no sin cierta sorpresa, al boom de la mediación, los cursos de mediación se desbordan, las publicaciones en torno a la mediación llenan las pantallas de los ordenadores y las baldas de las librerías, las experiencias de mediación se acumulan… las loas y las maravillas de la mediación se escuchan por doquier…
Sin embargo ¿qué hay detrás de todo esto?, echo de menos reflexión crítica, trabajos de calidad, innovación… echo de menos discursos que vayan más allá del ejemplo de la naranja y que aporten elementos novedosos, creatividad, echo de menos, trabajos reales, echo de menos más conceptualización, rigor y coherencia.
La parte no es lo mismo que el todo
En este echar de menos, echo de menos a Bertrand Russell y sus tipos lógicos, cuando se confunde la parte con el todo, cuando se confunde la herramienta con la disciplina. La mediación es un procedimiento que forma parte de una disciplina mucho más amplia, la disciplina de Gestión de Conflictos.
La mediación, no es todo, es una de las herramientas más conocidas, con un tremendo potencial de cambio, pero con limitaciones, elementos que marcan la pertinencia o no para su utilización. Sin embargo la experiencia nos muestra que transformar los conflictos requiere de otras muchas formas de metodologías, facilitación, negociación, conversaciones públicas, diálogos democráticos y un larguísimo etcétera. Mediación no es sinónimo de gestión de conflictos. La parte no es lo mismo que el todo.
En este seguir echando de menos, echo de menos ahondar en los matices y riquezas, en las indicaciones de aplicar una mirada u otra, en ocasiones a constructos que se toman como sinónimos pero que se construyen desde miradas y premisas diferentes como son: Gestión de Conflicto, Transformación de Conflictos y Resolución de conflictos.
Echo de menos que avancemos, que dejemos la autocomplacencia o las quejas sobre la falta de compromiso de las instituciones, echo de menos que avancemos, que arriesguemos, echo de menos programas formativos que se diferencien de los de hace veinte años…
¿Y tú que echas de menos?…
2 comments
Join the conversationLucas Servetti - 11/02/2016
Si es muy cierto lo que dicen ustedes , la gestión de conflictos también contiene abandonar o minimizar la violencia institucional causante de la génesis de muchos conflictos que aparecen con violencia al no tener otra forma de manifestarse por no tener un rostro al cual enfrentar, culpables difusos que generan conflictos, eso sería otra forma de evitar conflictos por aquello de que es mejor prevenir que curar. Saludos y gracias por el espacio para pensar.
Fundación Gizagune - 11/02/2016
Muchas gracias Lucas por tu aportación, en la gestión de la violencia estructural hay que analizar muchos elementos que la sostienen y hacen parte de ella. Estas cuestiones obviamente hay que abordarlas, pero en gestión de conflictos no solo es importante el que sino también el cómo para no perpetuar ciclos de violencia que se retroalimenten, ¿no crees?