Llega el verano, las ansiadas vacaciones… ahora, según miro por la ventana de mi despacho, mientras trato de cerrar todos lo temas para poderme ir tranquila, con la sensación de los deberes hechos, reflexiono en este curso laboral, en los nuevos proyectos, retos, desafíos, en los éxitos y en las oportunidades de aprendizaje que he tenido.

Pienso que nada de esto hubiera sido posible sin un grupo humano fantástico con el que construir, con el que reflexionar, con el que aprender… pienso que nada de esto hubiera sido posible sin los libros que he leído, los artículos que he consultado… pienso que nada de esto hubiera sido posible sin los cursos, charlas y formaciones que he recibido… Gracias a todos y todas.

Formación continua ¿qué valor le damos?

Nuestro trabajo requiere (y en mi opinión esa es la magia) continuar aprendiendo, superando retos, continuar formándonos, tener espacios de reflexión y supervisión o incluso intervisión, porque los y las profesionales que nos dedicamos a la gestión de conflictos somos conscientes de la necesidad de continuar formándonos, por varias razones:

• En la mayoría de ocasiones se trata de profesiones muy solitarias o en grupos muy pequeños, con el riesgo de reiterar actitudes y conductas
• La practica no siempre garantiza una buena experiencia, o la adquisición de las destrezas adecuadas para la casuística. Existe el riesgo de poder ser autocomplacientes.
• La necesidad de introducir voces y miradas diferentes que enriquezcan los puntos de vista y favorezcan un pensamiento crítico.
• La exigencia de la Ley (Ley 1/2008, de 8 de febrero, de Mediación Familiar, Artículo 5)

Tanto la ley de Mediación Familiar del País Vasco como la ley de Mediación en asuntos civiles y mercantiles del Ministerio de Justicia exigen a las personas mediadoras realizar este proceso de formación continua.

Muchos de vosotros y de vosotras estaréis recibiendo cartas del Registro de Personas mediadoras de Gobierno Vasco pidiendo que se actualice el registro con las horas de formación continua realizadas.

Y me asalta la duda, ¿nos tomamos suficientemente en serio esta profesión?¿estamos dispuestas a contribuir a la construcción de esta disciplina formándonos y aportando nuestro conocimiento?… ¿cuántos de nosotros y nosotras continuamos formándonos una vez obtenido el título? ¿creéis que es suficiente?

Bueno… en septiembre será un buen momento para retomar estas cuestiones. ¡Feliz Verano!