Hoy 8 de marzo de 2021, queremos visibilizar algo que venimos tratando estos días: el trabajo de cuidados. A las puertas de que se cumpla un año tras el confinamiento domiciliario provocado por el COVID, vemos cómo la pandemia ha golpeado el mundo y ha provocado grandes cambios… Este 8 de Marzo será diferente pero no por ello menos importante.
El trabajo de cuidados invisible
La pandemia presenta una gran oportunidad para visibilizar la importancia de la sostenibilidad de la vida como centro de todo y con ello evidenciar las carencias e invisibilizacion de las mujeres y entre otras muchas cosas, el trabajo de cuidados: sin tiempo, sin oportunidades y sin voz.
La mayor parte de los trabajos de cuidados, se dan en el ámbito privado y recaen sobre las mujeres. El cuidado de personas mayores o en situación de vulnerabilidad, mantenimiento del hogar, cuidado de hijas e hijos… Trabajos en los que se invierten millones de horas al año y que continúan siendo invisibles a pesar de que sin ellos no podríamos sobrevivir.
Los estereotipos de género son un condicionante para el desarrollo de las personas, principalmente de las mujeres que se ven encerradas en el espacio doméstico, limitando sus posibilidades profesionales y personales. El rol de cuidadoras actualmente tiene difícil justificación y pone en evidencia los déficits institucionales que la sociedad tiene para atender a las personas dependientes.
Mientras recaigan sobre las mujeres las tareas de cuidado, las administraciones pueden seguir obviando su obligación de prestar estos servicios a los que tienen derecho todas las personas.
Por ello, tras las huelga convocada el pasado 26 de enero, el día 4 de marzo tuvo lugar una tercera movilizacion en el Pais Vasco. Los sindicatos convocantes mantendrán estas movilizaciones «hasta lograr un modelo funcional que garantice el derecho a ser cuidado en condiciones dignas y que a su vez incluya y tenga en cuenta a las personas cuidadoras”.
¿Quién cuida a las personas cuidadoras?
Segun los datos recogidos en el Informe de Bienestar de las personas cuidadoras en 2020, la pandemia y la falta de apoyo ha afectado significativamente en diferentes ámbitos a estas personas.
- Falta de reconocimiento: el 95% de los cuidadores españoles encuestados afirma que la sociedad no reconoce su labor pese a ser muy importante. De igual forma reafirman la falta de apoyo por parte del sector publico y privado.
- Miedo e incertidumbre laboral: Siete de cada diez temen perder su trabajo por el tiempo que dedican a los cuidados.
- Falta de autocuidado: el 93% de las personas entrevistadas afirma que, durante la pandemia, ha puesto las necesidades de las personas a las que cuidan por encima de las suyas propias.
- Salud mental y emocional: las mujeres cuidadoras notifican mayores tasas de ansiedad y problemas de salud emocional y mental, actualmente el 54% sufre ansiedad por el miedo a contagiarse de Covid-19.
En España un 18% de las personas encuestadas asumieron el rol de persona cuidadora no profesional por primera vez a causa de la pandemia. A día de hoy, la brecha de género en el trabajo de cuidados sigue siendo significativa. En España seis de cada diez personas cuidadoras encuestadas son mujeres.
Este 8 de marzo queremos visibilizar y concienciar sobre la importancia de nuestro modelo de cuidados. Ya hablábamos en el último Boletín Elkargunea sobre la necesidad de replantear como sociedad el modelo del cuidados actual.
Hoja de ruta hacia el bienestar de las personas cuidadoras
En el Informe sobre el Bienestar de las personas Cuidadoras 2020 se marcan cinco puntos prioritarios para abordar las necesidades universales de las personas cuidadoras no profesionales desde los sectores públicos y privados:
- Salvaguardar la salud y bienestar de las personas cuidadoras no profesionales.
- Minimizar la carga económica que asumen.
- Permitir el acceso a información y contenidos formativos de fácil acceso.
- Apoyar a las personas cuidadoras no profesionales empleadas.
- Invertir en investigación para garantizar que las necesidades y la contribución social de personas cuidadoras sean reconocidas y analizadas.
¡Vamos a por ello!
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