¿Os suenan este tipo de frases? ¿A qué tienden nuestros pensamientos? ¿Cuál es nuestro diálogo interno? A continuación analizamos algunos de nuestros errores de razonamiento más comunes.
Los pensamientos automáticos son nuestra charla interna o autodialogo, expresados como pensamientos o imágenes y que se relacionan con estados emocionales intensos. A menudo forman «versiones» subjetivas de las cosas que nos ocurren que suelen ser bastantes erróneas, en el sentido de dar una falsa interpretación de las cosas y los hechos, por lo que se le dice que están basados en «distorsiones cognitivas». Si bien es cierto que juegan un papel básico y funcional en la percepción del mundo, pues nos ayudan a generalizar, a construir relaciones, etc, no podemos perder de vista que no siempre debemos/podemos fiarnos de ellas. Será nuestra labor cuestionar y poner en duda algunos marcos de pensamientos para relativizar algunas ideas ya establecidas.
10 distorsiones cognitivas
Las 10 distorsiones cognitivas más comunes son:
“Nunca conseguiré un empleo
1. Pensamiento todo-o-nada o pensamiento polarizado – Interpretar los eventos y personas en términos absolutos, evidenciado en el uso de términos como «siempre», «nunca», «todos», cuando su uso no está justificado por los acontecimientos propiamente. Las cosas se valoran como buenas o malas, blancas o negras, olvidando grados intermedios.
“A alguien no le gusta mi trabajo, por tanto, seguramente a la mayoría de mis compañeros no les gusta mi trabajo”
2. Sobregeneralización . Sacar una conclusión general de casos aislados y generalizar su validez para todo.
“Algo le habré hecho”
3. Personalización. También conocida como falsa atribución, consiste en asumir que todo lo que la gente hace o dice tiene que ver de alguna manera, para bien o para mal, con uno.
“Ella me hace enfadar “
4. Razonamiento emocional. Formular argumentos basados en cómo se «siente» en lugar de la realidad objetiva. “Me siento fatal, este trabajo es demasiado duro”.
“Debería preocuparse mas por sus padres”
5. Debeísmo. Concentrarse en lo que uno piensa que «debería» ser en lugar ver las cosas como son, y tener reglas rígidas que se piensa que deberían aplicarse sin importar el contexto situacional.
“Se que se están riendo de mi” / “Me va a ir mal en el examen”
6. Saltar a conclusiones. Asumir algo negativo cuando no hay apoyo empírico para ello. Dos subtipos han sido identificados:
- Lectura de pensamiento – Presuponer las intenciones de otros. “Se que se están riendo de mi” “Se que el vecino hace ruido para molestarme”.
- Adivinación – Predecir o «profetizar» el resultado de eventos antes de que sucedan. “Me va a ir mal en el examen”
“Tengo este problema y no he podido resolverlo así que ya no tiene solución”
7. Catastrofización . Imaginarse y rumiar acerca del peor resultado posible, sin importar lo improbable de su ocurrencia, o pensar que la situación es insoportable o imposible, cuando en realidad es incómoda (o muy incómoda) o inconveniente.
“Soy un inútil”
8. Etiquetado. Consiste en poner un nombre general o etiqueta globalizadora a nosotros mismos o a los demás casi siempre designándolos con el verbo «Ser». Esto produce una visión del mundo y de las personas esteriotipada e inflexible.
“es terrible… tremendo… desagradable…horroroso…no puedo resistirlo…no puedo más”
9. Abstracción selectiva – Enfocarse en algo negativo de uno/a, de los demás o de las circunstancias, excluyendo el resto de características. Las expresiones características en el filtraje son: “ es terrible… tremendo… desagradable…horroroso…no puedo resistirlo…no puedo más”.
“Quieren quedar bien, y nada más”
10. Descalificar lo positivo. Continuamente echar abajo experiencias positivas, por razones arbitrarias.
¿Reconoces alguna de estas distorsiones? Ahora que las conoces un poco mejor cómo funcionan será más fácil detectarlas para no caer en el autoengaño.
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