Blog

Gestión de conflictos, mediación y promoción de la convivencia

caso_mediación_21_06.jpg

De la desesperanza al acuerdo

Hace dos semanas se resolvió satisfactoriamente un caso de mediación comunitaria donde Antonio, propietario de una vivienda no tenía esperanza en que se resolviera.

Una vez finalizado el proceso, recibí este mensaje de Whatsapp :

“Lo que da gusto es que en un servicio municipal se de tan buen servicio y ayuda a los ciudadanos y poder llegar a acuerdos amistosos sin tenerse que enquistar los temas. El trabajo ha sido impecable . Zorioonak!!!”

Dias antes, Antonio acudía al servicio porque Paqui, su vecina de arriba, le había dicho que se solucionaban muchos asuntos en ese servicio. Antonio acude a la entrevista inicial y narra que tiene un piso alquilado a Joseba. Sin embargo, en los últimos meses, Antonio ha tenido dificultades para localizar a Joseba tras descubrir que éste último no ha pagado las últimas 7 cuotas de alquiler. Antonio desea resolver esta situación de manera amistosa, evitar de esta manera iniciar un procedimiento judicial y lograr que Joseba abandone la vivienda en el caso de que se declare insolvente.

Joseba accede a acudir al servicio ante la llamada de la mediadora y acude junto a su hijo mostrando dificultades de movilidad. Explica que tiene una enfermedad degenerativa y que se ha trasladado a vivir a casa de su hijo dejando abandonada la vivienda en alquiler. Existe un reconocimiento del impago de las 7 cuotas de alquiler y desea llegar a un acuerdo con Antonio ya que su situación económica no es favorable.

Joseba expresa su deseo de llegar a un acuerdo sobre los términos del pago de las cuotas de alquiler pendientes y cualquier otro acuerdo relacionado con la terminación del contrato de arrendamiento.

La mediadora plantea una reunión conjunta y Joseba accede encantado, solicitando la presencia de su hijo. Al llamar a Antonio, este se muestra muy satisfecho de saber que Joseba ha aceptado la invitación a participar del proceso y accede a acudir a la reunión conjunta que le plantea la mediadora.

A la reunión conjunta acuden Antonio, Joseba y su hijo. Los tres saludan y se agradecen estar ahí. Joseba agradece a Antonio no haber iniciado un procedimiento judicial. Casi no hace falta que intervenga la mediadora en esta primera apertura donde lo habitual es presentar a las partes y explicar el proceso de mediación. Ambos se conocen de toda la vida del municipio y conversan durante unos minutos de sus vidas.

La mediadora interviene y se establecen las reglas básicas para la comunicación y la colaboración durante la sesión. Se invita a que inicie el turno de palabra quien desee.

Antonio explica su preocupación por la falta de pago de las cuotas de alquiler y su deseo de que Joseba desocupe la vivienda de manera pacífica y para poder volver a alquilarla.

Joseba admite que ha tenido dificultades financieras debido a la pérdida de empleo y problemas personales consecuencia de su salud, lo que le ha impedido cumplir con sus obligaciones de pago.

La mediadora ayuda a ambas partes a identificar sus intereses y necesidades subyacentes.

Antonio expresa su necesidad de recibir los pagos pendientes y de asegurar que la vivienda esté disponible para nuevos inquilinos. Joseba expresa su deseo de encontrar una solución que le permita abandonar la vivienda de manera ordenada y evitar problemas legales.

Se discuten varias propuestas, generando opciones de acuerdo entre ellos y siendo resumidas por la mediadora, como un plan de pago de las cuotas pendientes y un plazo para desocupar la vivienda.

Después de evaluar las opciones disponibles, Antonio y Joseba llegan a un acuerdo mutuamente aceptable. El acuerdo incluye un plan de pago de las cuotas pendientes en un plazo acordado, un calendario para la desocupación de la vivienda, entrega de llaves en mano y una cláusula de liberación de responsabilidad para ambas partes.

Conclusión: La mediación concluye con la firma del acuerdo por parte de Antonio y Joseba. Se establecen medidas para garantizar el cumplimiento del acuerdo, y ambas partes se comprometen a cumplir con los términos acordados.

Esta mediación es un ejemplo de cómo la buena voluntad de las personas y el deseo de encontrar cauces de acuerdo pueden cristalizar cuando se generan los espacios adecuados y profesionalizados. La mediación ha permitido gestionar el conflicto de manera dialogada y satisfactoria para ambas partes, evitando así la necesidad de recurrir a procedimientos legales costosos y prolongados.

Fundación GizaguneDe la desesperanza al acuerdo
Share this post

Join the conversation