Mañana 21 de Enero se celebra el Día Internacional de la Mediación y es por eso, que en nuestro post de hoy queremos hacer hincapié en el proceso de la gestión de conflictos y verlo desde una perspectiva en la que podría considerarse casi como un arte de transformación.
Como bien sabemos el conflicto es parte de la interacción humana y está presente en nuestro día a día, en todos los contextos en los que nos movemos. En esta interacción cotidiana, es inevitable el choque de intereses y necesidades de las personas que interactúan.
Desde otro punto de vista, el conflicto es incluso positivo. Especialmente cuando damos la oportunidad de que algo cambie en la relación o en la situación que se ha dado. También resulta positivo cuando uno se reconoce partícipe tanto del bloqueo como de la posible solución al conflicto. De este modo damos podemos responsabilizarnos de lo ocurrido y también de la solución constructiva.
El conflicto surge cuando se da una discrepancia entre las personas que interactúan. Es importante considerar estas discrepancias, diversidades y estas diferencias como un valor. Un valor al que dar espacio a través del diálogo.
El arte de la transformación
El arte comienza transitando un camino de exploración de estas diferencias a las que hay que dar lugar y con las que tendremos que conectar para construir una solución sostenible.
Pero para resolver los conflictos es importante descubrir y resolver las causas que lo crearon. Para ello es importante la conciencia de las habilidades, educación, valores, necesidades e intereses de cada una de las partes implicadas, así como también las de la o las personas con las que interactuamos, o en este caso, las personas implicadas en el conflicto. No menos importante es darnos cuenta de las limitaciones y errores que nos llevaron a equivocarnos, o en su caso, a generar posiblea molestias a otra persona.
Nos hace falta aprender a ver al otro. Un otro humano, como yo, con su historia, su dolor, sus habilidades, sus intereses y necesidades.
El arte está en escuchar, entender… En definitiva, construir sin que nadie renuncie a su historia, sus necesidades y sus intereses. Necesitamos poder ver al otro como una parte del conflicto a resolver. Como alguien valioso al que necesito, para entender y ganar piezas del camino a construir juntos. Es alguien del que puedo aprender y sacar algo bueno a través del diálogo y o de la información.
La llave de la transformación es el RECONOCIMIENTO de otro humano, como yo.
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