Para construir un buen conflicto, hace falta un buen relato… un relato que cuando lo compartamos genere empatía, respaldo, cohesión, apoyo… después de todo somos seres sociales y necesitamos del reflejo de las otras personas.

Sigue los siguientes pasos y tendrás un relato de conflicto estupendo:

Paso 1. Busca aliados/as, personas que respalden tu historia, con ejemplos cercanos de realidades similares, o reforzando tu visión… todo general necesita de soldados. Aléjate de todas aquellas personas que te hagan preguntas que te hagan pensar. ¡Horror!

Paso 2. Parte de la presunción de la verdad. Por supuesto todo lo que narramos, es absolutamente cierto y verídico, totalmente objetivo, no te cuestiones, las cosas son así. Nosotras no hemos interpretado, sesgado, atribuido nada… es tal cual, por lo tanto estoy en posesión de la verdad y la otra personas está totalmente equivocada, además hay pruebas y/o testigos que ratifican esta verdad incontrovertible.

Paso 3. Refúgiate en la inocencia absoluta, tú no tienes ninguna responsabilidad en lo sucedido, en todo caso lo único que has hecho ha sido defenderte, si buceas en los orígenes, ¿quién comenzó todo? ¿Quién ha estado constantemente provocando?, indiscutiblemente el otro, busca ejemplos que respalden este elemento incuestionable.

Paso 4. Atribuye intencionalidad, la otra persona SIEMPRE tiene intenciones perversas, y lo hace “adrede”. Lo que yo piense de las intenciones de la otra personas afectará a mi manera de pensar sobre ella, y en últimas, a la manera en que se desarrolla la conversación.

Paso 5. Narra desde marco de la culpa, hablar de culpas nos impide averiguar por qué resultaron mal las cosas y cómo podríamos corregirlas en el futuro, nos aleja de nuestra responsabilidad. Movernos en el lenguaje de la culpa es una fantástica manera de prolongar el conflicto, mientras estamos en esta lógica no entramos a solucionar la dificultad, nos movemos en el ataque-defensa, tan necesario para la construcción de una buena narrativa de conflicto.

Paso 6. La única solución es que la otra persona cambie, porque tú ya lo has hecho todo, además como eres inocente, no es culpa tuya y tienes razón, tú no tienes que hacer nada. La solución no está en tus manos La única forma de revertir la situación está en manos del otro, que como no es buena gente, y tiene malas intenciones no va a querer, por lo tanto ¡NO VAMOS A PODER HACER NADA!

Y por supuesto NUNCA, NUNCA acudas a un profesional de la gestión de conflictos no vaya a ser que cuestione la construcción de este conflicto que con tanto esfuerzo, tiempo y sufrimiento has realizado.