La honestidad es básica en el afrontamiento de conflictos, exigimos a las demás personas que lo sean, pero ¿somos honestas con nosotras mismas, con nuestros deseos, con nuestras aspiraciones, con nuestros intereses?
Para ser honestas con las personas que nos rodean, y pedírselo a las demás personas, primero hay que serlo con una misma. Este valor se manifiesta a través de una partida de ajedrez en la que un anciano juega contra sí mismo. ¿Quién ganará? Es básico no engarñarse a una misma y mostrarnos tal y como somos, aunque para ello hay que dar un paso previo y es del del reconocimiento y la aceptación… comencemos por la honestidad.
Join the conversation