¿Donde comienza la convivencia?…
La convivencia, las relaciones entre las personas, el civismo… Son elementos centrales, hacemos programas en los centros escolares, campañas sociales, en las empresas… ¿pero qué sucede en el seno de la familia?
¿Se puede trabajar con la familia sin introducir, necesariamente, miradas terapéuticas o educativas que hagan que algunas familias se puedan sentir tuteladas, cuestionadas…?
Gestión de conflictos familiares
Creo que a estas alturas compartimos que las familias, en absolutamente todas las modalidades de familia que existen, son el principal núcleo de socialización, adquisición de valores y modelaje para la construcción de la ciudadanía del mañana. Pero… ¿qué sucede cuando tienen o tenemos un conflicto que nos desborda y que con nuestras herramientas habituales no somos capaces de gestionarlo?
Aquí es donde puede entrar la Mediación Familiar, como herramienta para la gestión de los conflictos que suceden en el seno de la familia, situaciones diversas, que pueden ser:
- En casos de ruptura, separaciones, divorcio, visitas (más allá del progenitor no custodio, abuelos y abuelas…). O concretando más, en casos de custodia compartida, la necesidad de, más allá de la disolución del vínculo conyugal, trabajar la comunicación para poder realizar una verdadera co-parentalidad, algo que en teoría todos y todas compartimos, pero que en ocasiones requiere de trabajo para convertirlo en una realidad.
- En casos de no ruptura, conflictos intrafamiliares, por ejemplo, con hijos e hijas adolescentes, con la familia extensa para la toma de decisiones sobre el bienestar de los y las mayores, bienes inmuebles etc…
- Situaciones en las que se mezcla lo familiar y lo empresarial, pero que habitualmente prima la de la familia, como es en el caso de las empresas familiares, con la importancia y la trascendencia que tienen para la economía y la incidencia que la gestión tiene en la permanencia o no de las mismas.
Seguro que podríamos añadir alguna otra situación. Sea como sea el cómo gestionemos los conflictos en el ámbito más privado, como es la familiar, incidirá de forma directa en cómo gestionamos las desavenencias en otros ámbitos y por lo tanto en el modelo social y relacional que queremos construir.
Parafraseando a Arquímedes, «dadme un punto de apoyo y moveré al mundo». Grandes resultados en ocasiones se producen con pequeñas intervenciones. En este sentido la mediación es una pequeña intervención con gran capacidad de transformación, más allá del espacio en el que se interviene, para lo cual los y las profesionales deberemos estar convenientemente formados, incluso superando las exigencias de las normativas existentes.
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