Los conflictos forman parte del desarrollo humano, encierran un gran potencial educativo, por lo que deberemos encontrar y desarrollar las claves para incrementar las habilidades para la convivencia. La Fundación Gizagune desarrolla intervenciones innovadoras para la promoción de la convivencia en la Comunidad Educativa, un abordaje ecosistémico, es decir, un programa de trabajo que involucre al profesorado, alumnado, personal no docente y familias.
Gracias a la participación e implicación de los estamentos de la comunidad educativa se pueden dar pasos sólidos hacia una convivencia positiva y gratificante, base imprescindible para avanzar en la construcción de un tejido social sólido que permita construir una democracia participativa y, con ello, educar para la ciudadanía.
Potenciar que el proceso se realice desde la reflexión compartida, la participación activa y el desarrollo del sentimiento de pertenencia. Transformar la cultura relacional y de trabajo de forma que integre la educación para la convivencia y el bienestar de todas las personas en las tareas cotidianas del centro.
¿Qué hacemos?
Es necesario plantear acciones que mejoren la convivencia y las relaciones entre las personas que conforman la Comunidad Educativa para:
- Acompañar en la excelencia educativa promoviendo relaciones saludables.
- Encontrar soluciones negociadas a conflictos educativos.
- Reducir los niveles de violencia en el aula.
- Desarrollar las habilidades comunicativas de los componentes.
- Mejorar el clima escolar.
- Intervenir en los conflictos del claustro.
Una educación para la convivencia, desarrollando las competencias necesarias para resolver conflictos, asumir la gestión de su vida con responsabilidad, relacionarse positivamente consigo y con las demás personas, tomar decisiones, actuar con sentido crítico y emprender acciones para transformar el medio creativamente.
Proyectos
Desde la Fundación Gizagune se propone un abordaje ecosistémico, es decir, un programa de trabajo que involucre a todos los agentes educativos, respetando los ritmos y las implicaciones que cada centro educativo tenga en cada momento.