Como ya sabéis, un servicio de mediación comunitaria aborda aquellas dificultades que surgen en una comunidad de vecinos/as y lo que hace es poner a disposición un espacio donde poder tratar esta(s) dificultad(es), siempre desde la vía del diálogo, en aras de una mejora de la convivencia.
Las dificultades que se dan en una comunidad de vecinos/as en ocasiones únicamente afecta a las partes en conflicto y en otras tantas ocasiones, trasciende y afecta a varias unidades convivenciales, incluso a todo el edificio y hasta el espacio público.
¿Con quiénes contamos cuando el conflicto afecta a buena parte de la comunidad o en su totalidad?
Una de nuestras destrezas como personas mediadoras es identificar a los y las interlocutoras del proceso que entre todas las partes vamos a iniciar para abordar el conflicto.
En la búsqueda de la interlocución adecuada
Cuando toda una vecindad se ve afectada por el conflicto, no es operativo tratar de gestionarlo con cada uno y cada una de forma independiente. Es necesario unificar necesidades e intereses y buscar una voz que represente al grupo.
La presidencia de la comunidad es una figura clave. Aunque no olvidemos que el/la presidente/a también es vecino/a y corremos el riesgo de que pierda objetividad y que hable más en nombre propio que de la comunidad. O incluso, que como vecino/a no se vea muy afectado/a por la dificultad y por tanto su grado de implicación y compromiso con el tratamiento del conflicto no sea el deseado y esperado por la comunidad.
Otra interlocución posible es la administración de fincas. En aquellas comunidades que tengan contratada una empresa para llevarles la gestión comunitaria, la figura del/la administrador/a de fincas es muy importante ya que como puntos a favor, es objetivo/a, habla en nombre de la comunidad y además es el enlace de comunicación entre el servicio de mediación y la comunidad, pudiendo agilizar el proceso.
De cara a trabajar la alianza con las administraciones de fincas, es importante delimitar las funciones de cada una, del servicio de mediación comunitaria y de la administración de fincas. Nos podemos encontrar con algunas reticencias a participar en un proceso de mediación por injerencias en su cometido. Habrá que favorecer actuaciones que evidencien la complementariedad de las labores de cada.
Si hacemos bien esta labor, estamos contribuyendo a extender una cultura de paz en la sociedad ya que el potencial de casos que desde una administración de fincas nos pueden derivar es considerable.
2 comments
Join the conversationvalentin saucedo neri - 10/12/2016
en donde puedo ver los abusos d vecinos que han echo tomas agua dejando ala mayor parte sin el mismo liquido a barios inquilinos
Fundación Gizagune - 12/12/2016
Hola Valentín,
Como anuncia el post, sería bueno identificar la persona interlocutora de tu comunidad para que pueda gestionar el caso, bien desde una mediación con las partes implicadas, o liderando un proceso más de carácter técnico en caso de requerirse información de otras administraciones/empresas para resolver las dudas que planteas.