Estamos en vísperas del 8M, un 8 de marzo muy especial, reivindicativo como, yo al menos, no he conocido hasta la fecha. Estamos ante lo que muchas autoras han denominado Tercera Ola Feminista.

El feminismo ha sido, y es, clave para entender la sociedad actual, ha sido vital para poder entender procesos de paz y de diálogo, temas como la mediación no serían posibles sin el trabajo de todas las mujeres que cuestionaron las asimetrías, el patriarcado, las estructuras represivas y la exclusión. Porque temas como la mediación son, diálogo, igualdad de oportunidades, inclusión, empoderamiento de todas las opciones y voces.

La mediación, en particular, y la gestión de conflictos en general, encierran un gran componente ideológico, creer en la capacidad de las personas, romper los esquemas, dar margen a construir modelos alternativos. Siempre y cuando estos procesos estén guiados por personas que garanticen lo correcto del proceso, porque de lo contrario se puede conseguir justo lo contrario de lo que se busca.

No obstante somos conscientes de que tenemos que seguir trabajando y construyendo modelos más inclusivos y que rompan todos los vestigios, por desgracia muy arraigados del heteropatriacado, en el que las imposiciones basadas en el género vayan dejando paso al diálogo, en el que la exclusión se transforme en espacios de convivencia inclusiva, en el que la palabra persona sea lo importante, independientemente del sexo, color, orientación sexual, religión, diversidad funcional… o cualquier otra característica… en la que lo importante es todo aquello que nos hace únicas y exclusivas.

Como mediadoras, como mujeres, queremos reconocer y agradecer a todas las mujeres que han ayudado y ayudan cada día a transformar el mundo en una realidad más igualitaria, justa e inclusiva.

¡¡NOSOTRAS PARAMOS!!¡¡SIN NOSOTRAS SE PARA EL MUNDO!!