El 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz. Al igual que con otras muchas celebraciones, la paz también deberíamos de recordarla y practicarla a diario, no obstante, también hace que nos recordemos la importancia de cuidar ciertos hábitos y conductas.
Cuando hablamos de promoción de la convivencia, también hablamos de paz, del buen trato o de generar entornos saludables. A menudo hacemos referencia al conflicto y a cómo abordarlo, pero en esta ocasión os proponemos algunas claves que pueden ayudarnos a prevenir situaciones de conflicto si los llevamos a la práctica en nuestro día a día.
La convivencia está en tus manos
Cada uno de los ámbitos de los que formamos parte, comunitario, laboral, familiar etc. tienen sus propias especificidades con sus necesidades y puntos más críticos, no obstante, se tratan recomendaciones generales que pueden aplicarse en todos ellos.
- Cuida el entorno. Ya sea tu casa, el rellano del portal o tu zona de trabajo, un entorno agradable y cuidado siempre ayuda al bienestar tanto individual como grupal.
- Más diálogo, menos explosión de emociones. Cuando surja alguna dificultad o problema es importante abordarlo y no ir acumulando rencores que terminen explotando. Muchas de las veces el conflicto se puede resolver con una conversación inicial sin esperar a que la situación escale y se enrede innecesariamente.
- Menos RRSS y más conversaciones reales. Las redes sociales como el Whatsapp o los chats grupales pueden ser grandes enemigas para una buena convivencia. Seamos conscientes de si es la mejor vía para abordar ciertas cuestiones, si participando en ellas estamos favoreciendo a generar un conflicto o que el mismo escale.
- Más empatía y menos juicios. Todas las personas nos equivocamos, cada una tenemos nuestra propia realidad y vivencia, por lo que practiquemos más eso de ponernos en los zapatos del otro.
- Más reconocimiento y menos críticas. A veces estamos tan centrados en la carencia propia y ajena que dejamos de ver lo positivo.
- Sentido del humor. Esencial para generar un buen clima. Saber reírse de uno mismo y relativizar siempre ayuda.
- Favorecer el compromiso y la participación. En la medida en que nos sintamos parte, ya sea de la comunidad o de un equipo de trabajo, más implicados estaremos y mayor será nuestro deseo de cuidarlo y mimarlo.
- Saber dar y recibir feedback. Es tan importante hacer devoluciones (positivas y negativas) como saber encajarlas cuando nos las hacen. Una comunicación asertiva es clave.
8 claves al alcance de nuestras manos, algunas que nos requieren de más entrenamiento que otras pero que en definitiva persiguen el objetivo de fomentar una buena convivencia. Construyamos y trabajemos la paz día a día.
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