Más de 10 años de recorrido
Como sabéis, en 2017 en Fundación Gizagune cumplimos 10 años y consideramos que es un buen momento para mirar por el retrovisor y hacer un recorrido de nuestra trayectoria (y ver qué estela estamos dejando). Un ejercicio reflexivo para saber de dónde venimos y hacia dónde nos queremos dirigir.
Los inicios de Fundación Gizagune están muy vinculados con el ámbito comunitario. Los primeros proyectos que desarrollamos consistían en la realización fundamentalmente de diagnósticos de conflicto en comunidades/barrios/municipios. El encargo procedía de la administración local, que apostaba por procesos participativos de la ciudadanía, en los que primaba detectar los déficits y conocer de primera mano las prioridades de atención que demandaba la población. Lo que llamábamos Planes Integrales de Convivencia.
Sin embargo, en un primer momento, las propuestas de actuación e intervención seguían recayendo en la administración. Poco a poco, esto se ha ido revertiendo, pudiendo incorporar a la ciudadanía en los planes de acción de mejora de la convivencia local, facilitando canales y espacios de participación ciudadana. Desde Fundación Gizagune hemos colaborado con las administraciones locales en dinamizar estos encuentros, aplicando diversas metodologías de diálogo y participación, la más idónea en función del objetivo, el público y el “momento” de vida del conflicto. Nacen así los Planes Comunitarios de Convivencia, que denominamos “Imagina…”.
Nuevos proyectos y realidades de actuación
En la administración pública se empieza a configurar la transversalidad de la gestión de conflictos por vías dialogadas. Uno de sus ejes es incorporar en su estructura organizativa los Observatorios de la Convivencia. Estos Observatorios de la Convivencia son el marco de distintas líneas de intervención en los conflictos en el ámbito comunitario.
Una línea está dirigida a ofrecer servicios de mediación vecinal, facilitando espacios de encuentro entre las partes implicadas en un conflicto y que apuestan por una vía dialogada para llegar a acuerdos de mejora de la convivencia. Fundación Gizagune colabora con los Ayuntamientos de Bilbao, Portugalete, Basauri y Amurrio en la gestión técnica de estos servicios.
Otra línea está enfocada a arraigar en la administración pública una estructura coordinada que colabore con la ciudadanía en la resolución de sus conflictos por vías pacíficas. De esta forma, se conforman lo que desde Fundación Gizagune denominamos Equipos de Gestión de Conflictos, equipo técnico municipal y supramunicipal que se reúne con carácter periódico para diseñar conjuntamente estrategias de intervención.
Otros proyectos vinculados con el ámbito comunitario surgen a raíz del contexto social y la necesidad desde la administración pública de dar salida a los conflictos que surgen de estas nuevas realidades sociales.
Hablamos por ejemplo del proyecto “Gazte Lonjak” que nace en el año 2012. El modelo de ocio y encuentro de las personas jóvenes ha cambiado, se reúnen y autogestionan en espacios que alquilan en comunidades de vecinos/as. Para entender este nuevo modelo, a riesgo de crear una fractura social, la administración local quiere una vía alternativa a la de normativizar. Desde Fundación Gizagune se plantea un proyecto de acercamiento a las personas jóvenes, siendo el canal de comunicación entre la administración y las personas jóvenes, así como la entidad encargada de gestionar los conflictos comunitarios que se derivan del uso de las lonjas.
Otro fenómeno que se da lugar en el espacio público y que tiene un impacto negativo en el ámbito comunitario es el del botellón. Más allá de que exista una normativa municipal que regule y sancione dicha actividad, desde Fundación Gizagune se plantea un enfoque restaurativo, donde las personas sancionadas, en vez de aportar la cuantía económica, tienen la opción de reparar a la comunidad dañada realizando trabajos en beneficio de la comunidad. Así, con el proyecto “Adiskidetuz – Participando con la comunidad” se ofrece una red de recursos (Cruz Roja, DYA, Gorabide, Residencia Loiu-Udaloste, Centro Formativo Otxarkoaga, etc.) en el municipio de Bilbao donde poder llevar a cabo estos trabajos.
Propuestas en la esfera de las organizaciones
En el ámbito organizacional, cuando empezamos nuestra actividad estaba muy enfocada a atender conflictos puntuales y de elevada escalada, tanto en la esfera pública como privada.
Con el tiempo se han ido asentando proyectos de continuidad, siendo el abordaje de conflictos manifiestos una línea de intervención más.
Cada vez más las organizaciones ponen en valor la importancia de garantizar un clima de calidad a sus equipos humanos.
El proyecto de “Supervisiones” arranca en Fundación Gizagune en 2010 y es un ejemplo de cómo las organizaciones ponen el foco en el personal para un mejor clima laboral y en consecuencia, un mejor desempeño de la actividad, sobre todo cuando la actividad es trabajar con otras personas y sus circunstancias. Desde las Diputaciones Forales de Gipuzkoa y Araba se exige que los equipos de educadores/as sociales que trabajan en centros de menores no acompañados/as realicen sesiones de supervisión. Desde Fundación Gizagune ofrecemos estos espacios de supervisión, pasando por las personas responsables de los equipos hasta los/as técnicos/as de intervención directa con los y las menores.
A lo largo de 2015, Fundación Gizagune diseña junto con IMQ Prevención una herramienta denominada ICMA, instrumento validado por la UPV-EHU, que permite detectar y analizar las situaciones de conflicto en las organizaciones. Se ha implementado en más de 30 entidades en colaboración con IMQ Prevención con resultados muy satisfactorios.
Actuaciones que se llevan a cabo en el ámbito educativo
En el ámbito educativo desde Fundación Gizagune empezamos con el diseño de una serie de Unidades Didácticas y de Cine Fórums e instruyendo al profesorado sobre este material orientado a la interculturalidad, las habilidades para la vida, los derechos humanos, la resolución de conflictos, etc. para que pudiera trabajarlo con el alumnado.
Actualmente desde los centros educativos la demanda está más orientada a dos líneas:
- Una tiene que ver con instaurar en la propia estructura del centro un marco de convivencia de referencia. Al respecto, desde Fundación Gizagune se está acompañando en la elaboración de planes de convivencia en los centros educativos, así como en implementar servicios de mediación propios.
- Otra línea tiene que ver con la intervención en los conflictos que se dan en los centros educativos. Una de las grandes problemáticas actuales en las que se pide intervenir es en los casos de acoso escolar que, aunque desde Gobierno Vasco se proporcione un protocolo de actuación en este tipo de situaciones, hay centros educativos que apuestan por la reparación del daño y el restablecimiento de la convivencia y las relaciones (familia, profesorado, dirección, alumnado, personal no docente, AMPA,…).
Dar respuesta a los cambios sociales
Como se indicaba anteriormente, es importante hacer un repaso de los proyectos en los que hemos estado trabajando para poder extraer una reflexión de hitos y retos.
En el año 2007, la disciplina de resolución de conflictos era un campo, si no desconocido, al menos contemplado con extrañeza. Sobre todo porque no existían en las estructuras sociales los mecanismos para implementar las distintas metodologías y herramientas.
Si tenemos algo de lo que estar orgullosas en Fundación Gizagune es el haber ido calando un enfoque de paz. Tomando como referencia las 3 violencias de John Paul Lederach y les damos la vuelta nombrándolas paces, pensamos que en cada una de ellas hemos ido aportando nuestro grano de arena.
- La violencia directa la neutralizamos con la palabra, el diálogo, el reconocimiento, la atención de las necesidades, la restauración emocional,… ofreciendo un marco garante de respeto, haciendo a las personas protagonistas, partícipes y responsables de su propia historia.
- La violencia estructural la vamos difuminando precisamente contribuyendo a instaurar en las estructuras de gobierno, de poder de decisión y de referencia social, mecanismos internos y externos que permitan a la ciudadanía no solo participar de su mejora personal y social, sino también identificar y demandar otras formas alternativas de resolución de conflictos y promoción de la convivencia.
- La violencia cultural se contrarresta con este enfoque ecosistémico. Si la estructura ofrece otras formas de hacer, la ciudadanía acaba “necesitando”, demandando, estos servicios y recursos. La demanda ha ido in crescendo con lo que se reafirma la apuesta que la administración local ha hecho, exige una mejor calidad y profesionalización de los servicios prestados y se abren nuevos campos de actuación.
Vamos a robar el concepto “líquido” de Bauman. Así son los conflictos. En función del momento histórico que vivamos, se plantean una realidades y conflictos sociales concretos. Y ante lo que sucede, desde Fundación Gizagune planteamos proyectos de abordaje.
Y precisamente porque son líquidos, ¿qué nos encontraremos dentro de unos años? Esta es una de las mayores motivaciones para Fundación Gizagune que, como entidad innovadora, seguimos creando propuestas de intervención ad hoc al conflicto social para fomentar una cultura de paz.